James Suzman es un joven antropólogo sudafricano que pasó años estudiando a los ju/’hoansi, una tribu del sur de África que permaneció milenios en una cápsula del tiempo haciendo vida de cazadores-recolectores. A partir de lo que aprendió con ellos acerca del significado del trabajo, la economía de la energía y el uso del tiempo “libre” no dedicado a la caza y la recolección, entre muchas otras cosas, desarrolló una historia antropológica evolucionista de lo que hemos hecho los humanos, a lo largo de nuestra existencia como especie, para asegurarnos los recursos necesarios para subsistir.
Con este libro fascinante, su autor trata de responder a preguntas como: ¿estamos hechos para trabajar tanto? ¿Acaso nuestros antepasados también vivían para trabajar o trabajaban para vivir? ¿Cómo sería un mundo donde el trabajo no nos definiera, no determinara nuestro estatus ni condicionara cómo, dónde y con quiénes pasamos la mayor parte del tiempo? ¿Cómo sería la vida si a través del trabajo no nos valoraran los demás y no nos valoráramos a nosotros mismos? ¿Por qué el trabajo se ha vuelto para tantos una obligación deprimente y carente de sentido?
Suzman combina datos antropológicos, arqueológicos, evolutivos, fisiológicos y económicos para, desde una perspectiva multidisciplinaria de gran riqueza, demostrar que, “si bien hemos evolucionado para encontrar significado, propósito y disfrute en el trabajo, nuestros antepasados jamás le dedicaron tanto tiempo ni lo situaron en el centro de sus existencias.” Fueron más listos que nosotros.
Trabajo me parece un libro indispensable para quienes estén interesados en el fenómeno que le da su nombre, es decir, en las actividades “productivas” (no todas) de los seres humanos y, sobre todo, en entender cómo llegamos hasta este punto en que tan caro pagamos el pecado de Adán y Eva.
Suzman, J. 2021. Trabajo. Una historia de cómo empleamos el tiempo. Barcelona: Penguin Random House Grupo Editorial España. (Lo leí en la edición de Kindle).
Ver también:
James Suzman: "El trabajo no dignifica, deprime". No te pierdas el video.
“Existen muchas razones para revisar nuestra cultura de trabajo: entre otras, que, para la mayoría de la gente, el trabajo ofrece escasas recompensas aparte de un salario. En la trascendental encuesta sobre la vida laboral en 115 países que publicó Gallup en 2017 se reveló que, en Europa occidental, solo una de cada diez personas se sentía comprometida con su trabajo. Probablemente no es extraño. Al fin y al cabo, en otra encuesta llevada a cabo por YouGov en 2015, el 37% de los adultos británicos decía que su trabajo no aportaba nada significativo al mundo.”
Una historia antropológica del trabajo. Estupenda entrevista del Huffington Post.
Si el 37% no aportaba nada… el resto si.
Gracias. Muy interesante y para pensarle
Hay historias en CF/SF donde el trabajo ha desaparecido y la humanidad se aburre.
Gracias Salvador, ya compré el libro. Abrazo!