Estampas mexicanas: la muerte como copiloto
La irresistible atracción por la muerte que distingue a la cultura mexicana se expresa por todas partes, a veces en los lugares más inesperados. Como ejemplo está el camión de recolección de basura de mi barrio, en cuyo tablero se exhiben ocho cráneos, no sé si todos reales o todos correspondientes a humanos.
No me he acercado lo suficiente ni he tenido oportunidad de conversar con el chofer -que luce poco amistoso- de este vehículo que por cierto está tuneado y siempre notablemente limpio, así que no tengo otra información sobre el macabro adorno, que me llama la atención pero no me sorprende.
En relación con ese ornamento se podrían hacer muchas bromas de humor negro, que en la situación actual de México seguramente resultarían amargas y dolorosas. Quizá eso, bromear, haya sido el motivo, sin mucha reflexión, detrás de su colocación. De cualquier modo me parece un caso interesante, digno de ser comentado por un antropólogo.
La locutora de IA
Siempre que veo un noticiero de Telefórmula, en algún momento aparece en la pantalla un personaje de inteligencia artificial con características femeninas llamado Nat, que presenta una sección de “buenas noticias” patrocinada por La Comer y Fresko.
A pesar de los avances de la IA, este personaje de rasgos mediterráneos o latinos es inexpresivo y monótono. Lo único que hace es “leer” sin matices una breve nota, casi siempre intrascendente. Por más vueltas que le doy no veo qué pueda aportar a la audiencia o de qué manera podría ser mejor este mortecino robot que una presentadora de carne y hueso.
En cambio, identifico a Nat como un sustituto de muy bajo precio de alguien que se quedará sin trabajo. Claro, con el consiguiente ahorro para la empresa.
El canto de los grillos
Desde niño, el chirrido de los grillos me ha resultado un sonido agradable. Me hace evocar noches en el campo, aire libre, conversaciones en familia y quién sabe qué otras cosas entrañables. En el centro de esta inabarcable megalópolis en la que vivo quedan algunos grillos por ahí, sobrevivientes novelescos de las marejadas de concreto y asfalto que han dejado esto como está. Cuando llega a aparecerse alguno en casa lo dejo cantar y disfruto un rato como si oyera música de la buena.
Lo opuesto al espeluznante ruido de los chotacabras de Lovecraft.
Todo esto viene a cuento porque acabo de leer que hace 165 millones años los antepasados de estos grillitos ya producían ese sonido para buscar pareja. ¡165,000,000 de años! Muchísimo tiempo antes de que el primero de mis ancestros de aspecto más o menos presentable (es decir, homo) estuviera allí para escucharlo (y quizá comerse al grillo).
No sé a ti, pero a mi el repaso de las dimensiones del universo y de la historia me ayudan a no perder piso, a re-ubicarme. Ahora tengo un motivo más para disfrutar del canto de los grillos, estos viejos amigos.
De la antología del eufemismo
Para mi, esto que apareció en Linkedin tiene todas las trazas de ser un aviso de reclutamiento de operadores de call center. No se pierdan la descripción de la oferta.
De todos los eufemismos que conozco para referirse al despido de personal en las empresas, que no son pocos, creo que ninguno me resulta tan desagradable como lo dejamos ir o su variante tuvimos que dejarlo ir. Le quita al hecho el carácter de despido, centra la decisión de la salida en el despedido y encima parece expresar pena por la pérdida de la persona.
Ideas cimarronas
Vence y dividirás.
Al infierno nadie llega sin reservación.
Palabras de hoy. Si quieres verte realmente moderno y al día en tu trabajo, debes pronunciar, cada vez que tengas oportunidad, las palabras trazabilidad y transversalizar. Juntas son algo sublime: transversalizar la trazabilidad.
En este newsletter se evita la política, entre otras razones, porque es un tema del que estamos (yo al menos) saturados sin ver avances reales hacia una situación de mayor democracia o mejor calidad de vida para los mexicanos. Pero quiero decir que me parece una muestra de desprecio que a alguien su jefe lo llame corcholata y una gran falta de dignidad aceptarlo. ¿De veras estamos dispuestos a aceptar un presidente excorcholata?
Una vez tocados por el miasma de la política, cómo dejar pasar este mensaje del responsable de los inverosímiles nuevos libros de texto gratuitos para los niños de México, que publicó en su cuenta de Twitter como respuesta a las innumerables y bien ganadas críticas que su trabajo ha recibido en los últimos días. Así el nivel del debate.
El pueblo villano
Curioso nombre ¿no? Corresponde a un sitio interesante, dedicado a cine, literatura, series y podcasts, que recomiendo con mucho gusto.
Desde Colombia, un equipo de personas apasionadas de la cultura - entre ellas mi amigo César Delgado- comparten con sus visitantes críticas, reseñas, comentarios y recomendaciones que constituyen un mapa muy útil para desplazarse por el paisaje cultural actual. Vale la pena darse una vuelta por el Pueblo Villano.
Así es la competencia
Tal cual. La rat race. Esto es competir en su sentido más crudo: pasar por encima del que tropieza sin miramientos.
Ese camión de la basura podría ser el mismo que pasa por mi calle... me voy a fijar. Y tienes razón. No me extraña
Excelentes temas Salvador